GTA: Raccoon City Stories
1996, Raccoon City, 21:00 Hs.
Chris Redfield estaba ubicado a la derecha del jefe que se encontraba sentado a la cabecera de la mesa. Tenían negocios pendientes, pero lo importante era la aparición de un nuevo criminal en la ciudad.
-Se llama Michael Forelli. Mataron a su hermano hace diez años en Vice City.-Dijo el jefe Burton.
-¿Vamos a utilizarlo en nuestros negocios?-Preguntó Chris.
-No creo. El tipo parece poco confiable. Pero de todos modos ha venido aquí cuando recién llegó hace dos días.-Continuó Burton.
-Entonces...-
-Entonces nos puede servir para algo poco importante. Así le hacemos el favor de ubicarlo en la ciudad y que lo mate otro. Recordemos que la Familia Spencer está teniendo problemas con sus dos capos más importantes: Birkin y Marcus.-Dijo Barry Burton.
Chris no dijo nada. Estaba preocupado por si estallaba una guerra entre esos dos, porque el que salga victorioso seguramente querrá expandirse y por lo tanto se enfrentará a las otras bandas.
-Si llegasen a tener una guerra... ¿nos veremos involucrados?-Preguntó Chris.
-Cuando hay una guerra todos estamos involucrados. ¡Mierda, Chris! parece que hubieras nacido ayer.-
-Bueno, si. ¿Pero de qué forma?-Quiso saber Chris.
-Deja de hacer preguntas estúpidas. Si ellos se empiezan a matar el primero en intervenir será Spencer. Y así todos se irán yendo con sus simpatizantes y de una forma u otra terminaremos proporcionándoles armas, dinero, guardaespaldas y todo eso.-Explicó Barry con aburrimiento.
Chris volvió a pensar en todo eso. Temía que atentaran contra su hermana en caso de que la guerra se vuelva demasiado violenta.
No es que odiaba formar parte de la Banda Burton. Lo único que odiaba eran las guerras que implicaban la muerte de personas ajenas al conflicto.
-Bueno, Chris.-Dijo Barry poniéndose de pie.-Quiero que mañana vayas a buscar a Forelli. Vive al lado del Hospital. Vas a ir con Kenneth y Brad. Después les diré todo con detalles.-Dijo y bostezó.
Chris hizo un gesto afirmativo y se retiró del lugar.
Afuera estaba cayendo una débil llovizna. Redfield caminó hasta su coche, ingresó y partió hacia su casa.
Iba pensando en como marchaban las cosas en la ciudad: La Banda Burton tenía una buena parte del centro, manejando negocios normales como la prostitución y el juego.
Al este de la ciudad, por las afueras, estaba la banda conocida como The Death. Era liderada por un tal Hunk, y se decía que estaban metidos en el contrabando de armas.
Todo el área sur, incluidos todos los edificios de Umbrella Corp. en la ciudad estaban bajo el control de Oswell Spencer. Un tipo muy poderoso con aliados de la talla de Michael Warren y Salvatore Leone.
Sus dos capos, William Birkin y James Marcus, habían empezado a dividir sus zonas y comenzaba a haber pequeños enfrentamientos.
Esta organización manejaba los negocios de las armas, drogas, parte del juego y la prostitución, y el contrabando de diamantes. Por si fuera poco, usando las instalaciones de Umbrella Corp. fabricaban drogas sintéticas, y llevaban a cabo el contrabando de órganos secuestrando gente de pueblos y ciudades alejados.
El oeste de la ciudad era un auténtico caos. Había una guerra entre la Banda Thompson y la Mafia española. Los respectivos líderes eran Ark Thompson y Ramón Salazar.
En esa zona no había muchos negocios que valgan. Los únicos que tenía precios altos eran los contratos de asesinatos.
Finalmente el norte de la ciudad estaba en manos de los Ashford, que estaban enemistados con Spencer por lo de Umbrella. Cuando Charles Ashford fue asesinado, Spencer se adueñó de todo.
Se decía que entre los miembros de la Familia Ashford había un asesino con bastante experiencia llamado Albert Wesker...
Chris continuó conduciendo. Todos esos nombres se le mezclaban a veces, pero cuando veía las caras los distinguía a unos de otros.
Había demasiada tensión por el asunto entre Birkin y Marcus. Y por la guerra entre Thompson y Salazar, que se estaba extendiendo demasiado y muchos edificios que se salían de sus respectivos territorios estaban siendo atacados.
Finalmente Chris llegó a su casa. Vivía en las afueras cerca del depósito de Darío Rosso, un conocido criminal.
Estacionó. La lluvia se había intensificado.
Chris ingresó en la casa, llegó hasta la cocina y dejó su abrigo sobre una silla. Fue hasta la sala y encontró a Claire que estaba escribiendo algo en su computadora.
-Hola, Claire.-Saludó Chris.
Su hermana le devolvió el saludo y le dijo que su cena estaba guardada en la heladera.
Chris volvió y comprobó qué había.
-Mmm... pastas. Otra vez.-Pensó en voz alta.
Comenzó a comer lentamente. A su mente llegaban Forelli, Burton y Spencer.
Cuando terminó se levantó y se fue a dormir. No sabía cuando llamaría el jefe para que vaya a buscar a Forelli...
Bueno, espero que les haya gustado
esto continuará
, muy bueno 
, please,la combinacion es muy buena, pero pon a jill