Jolie asegura que el pasado 27 de abril concluyeron los tres meses de procedimientos médicos que lleva aparejada la mastectomía, y añade que, durante ese tiempo, ha sido capaz de mantener este apartado de su vida "en privado" y continuar así con su trabajo.
"Deseaba escribir esto para explicarle a otras mujeres que la decisión de someterse a una mastectomía no fue fácil. Pero ahora estoy muy satisfecha de haberlo hecho. Mis posibilidades de desarrollar un cáncer de mama se han reducido de un 87 a menos del 5 por ciento. Ahora puedo decirles a mis hijos que no tiene que temer porque me vayan a perder por un cáncer de mama", subraya.
En el artículo revela que el proceso médico empezó el pasado 2 de febrero con la técnica "nipple delay", una técnica de cirugía plástica "con la que los efectos de la mastectomía no dañan estéticamente el pezón. Esto causa un poco de dolor y un montón de moratones, aunque incrementa las opciones de salvar el pezón".
Dos semanas después se sometió a la cirugía mayor, una operación que puede durar ocho horas y en la que se extrae el tejido mamario. "Te despiertas con tubos de drenaje y expansores en tus senos. Te sientes como en una película de ciencia-ficción. Sin embargo, días después de la cirugía se puede volver a hacer una vida normal", añade.
Nueve semanas más tarde -continúa- la cirugía final se completa con la reconstrucción de los senos con un implante, y subraya que en los últimos años ha habido "muchos avances" en este procedimiento y que los resultados pueden ser "hermosos".
La también directora de cine asegura que es "tranquilizador" que, tras la operación, sus hijos no ven nada "incomodo". "Pueden ver pequeñas cicatrices, y eso es todo. Todo lo demás es mamá, lo mismo que siempre fue, y saben que los amo y haría cualquier cosa para estar con ellos todo el tiempo que pueda".
En lo personal, añade, "siento que elegí una buena opción que no disminuye en absoluto mi feminidad", y se reconoce "afortunada" por tener un compañero, Brad Pitt, "tan amoroso y solidario".
"He decidido no mantener mi historia en secreto porque hay muchas mujeres que no saben que podrían estar viviendo bajo la sombra del cáncer. Tengo la esperanza de que ellas, también, sean capaces de obtener pruebas genéticas y que, si tienen un alto riesgo, sepan que tienen opciones", subraya.
"La vida tiene muchos desafíos. Los que no nos deben asustar son sobre los que se puede asumir y tomar el control", concluye.
La madre de Jolie murió en enero de 2007.
Una opción personal
La doble mastectomía, una operación consistente en extirpar ambos pechos para prevenir o luchar contra el cáncer de mama, se ha alzado como una opción cada vez más recurrente entre las mujeres de Estados Unidos, algo que se arrastra desde la década pasada.
Entre 1998 y 2003 la cantidad de estas operaciones se disparó del 1,8 % al 4,5 % entre mujeres con cáncer de mama. Se trata de una decisión extremadamente delicada y personal, puesto que si bien los beneficios de someterse a la operación resultan evidentes -los últimos estudios apuntan a que las posibilidades de contraer cáncer de mama en una mujer se reducen en un 90 % en las personas con "riesgo elevado" tras una mastectomía-, ésta también puede tener consecuencias negativas para la paciente.
"Como en cualquier tipo de operación, existen riesgos, como por ejemplo que se produzcan complicaciones derivadas de una hemorragia o una infección", apunta un comunicado del Instituto Nacional del Cáncer (NCI por su sigla en inglés) de Estados Unidos.
El NCI recomienda, en todo momento, "considerar alternativas a la cirugía". Además, desde el NCI recuerdan que se trata de un proceso "irreversible" que puede conllevar "efectos psicológicos" en la mujer a causa de los cambios en su cuerpo y de la pérdida de las funciones del pecho.
"La decisión es extremadamente complicada y varía mucho entre aquellas mujeres genéticamente propensas, quienes se operan por prevención, y aquellas quienes ya han desarrollado cáncer en un seno y quieren evitar que se reproduzca en el otro", explicó a Efe el presidente de la Sociedad Americana de Oncología Clínica, Cliff Hudis.
Una de las principales recomendaciones emitidas por el NCI a aquellas mujeres que contemplen la posibilidad de someterse a una operación de estas características es la de expresar y hablar acerca de sus sentimientos y percepciones sobre la mastectomía con amigos y familiares, así como contemplar alternativas asesoradas siempre por más de un médico.
El departamento de Oncología de la Universidad de Pittsburgh (Pensilvania) emitió un informe el pasado 2 de mayo elaborado a partir de 206 entrevistas a mujeres quienes se habían practicado la mastectomía preventiva.
La "vasta mayoría" de las entrevistadas estaban contentas con la decisión que tomaron y la recomendaron a otras mujeres en su misma situación. La universidad destacó "el miedo al cáncer" y "la opinión de terceros" -amigos, familiares, la propia pareja y los médicos de confianza- como los principales catalizadores en la toma de este tipo de decisiones, así como, un peldaño por debajo, la posibilidad de reconstrucción de las mamas una vez extirpadas.
El perfil mayoritario de la mujer que se practica una doble mastectomía como medida preventiva y por propensión genética es joven -Jolie tiene 37 años-, caucásica y con un alto nivel de estudios.
De hecho, de las 206 mujeres participantes en el estudio de la Universidad de Pittsburgh, 147 eran menores de 50 años, la mayoría tenían estudios superiores, estaban casadas o tenían pareja y ganaban de media más de 60.000 dólares anuales, es decir, que disponían de un alto poder adquisitivo.
Angelina Jolie se alza así como la última figura pública en optar por esta operación que cada vez tiene mayor calado entre las mujeres de Estados Unidos, después de que el pasado mes de enero la candidata al título de reina de belleza nacional Allyn Rose también expresase su voluntad de someterse a una doble mastectomía preventiva a sus 24 años.