Cursed - Ya están esos malditos policías husmeando por aquí. Siento que estés teniendo esta bienvenida.
Heyglere - No te preocupes, estoy acostumbrado a estar sólo, y esto parece bastante animado. Son como unas vacaciones para mi.
Cursed y Heyscariote se encontraban en la zona reservada de La Majini Caliente. Observaban como unos policías habían llegado a hacer preguntas a la camarera y a una de las bailarinas.
Rainmer - Ya les he dicho que aquí no vendemos esa mierda.
Spartacus - Si no le importa, echaremos un vistazo por todo el local.
Rainmer - Pueden mirar todo lo que quieran, pero las fotografías están prohibidas. Las bailarinas se sienten incómodas.
Arovi - Exacto, quien quiera ver el espectáculo que mueva el culo hasta aquí.
Crow - Está bien, puede que nos lleve un rato.
Arovi dirigió un gesto altivo a los inspectores y se dio la vuelta para entrar en el camerino, cuya puerta estaba situada al lado del extremo de la barra. Allí se encontraban sus compañeras cambiándose después del baile. Como siempre, la invitaron a acudir con ellas a tomar un buen desayuno antes de dormir y ella declinó amablemente la oferta. Prefería que no supieran por qué no podía acompañarlas al exterior.
Por su parte, Los policías ojearon el local y se percataron de los dos tipos de mirada siniestra que no les quitaban ojo de encima desde el reservado del fondo.
Crow - Qué opinas de esos dos?
Spartacus - No tienen mucha pinta de ir a hablar, pero creo que este lugar tiene mucho que ver con los asesinatos.
Estuvieron de acuerdo en que había que vigilar el lugar en profundidad, tenían que cogerlos desprevenidos para poder sacar alguna prueba concluyente. Tras rendirse en la tarea de encontrar algo incriminatorio, se dispusieron a salir por la puerta y dirigirse al coche donde los esperaba Denzel, para devolverlos a la comisaría.
Al salir se cruzaron con alguien que venía llegando.
Crow - No te pierdes nada amigo, esto ya está acabado hasta que vuelva a ser de noche.
Alex Kemp - Está cerrado por lo que veo, gracias.
Se alejaron mientras el tipo les siguió con la mirada. Una vez que doblaron la esquina del callejón, Alex Kemp se dirigió a la parte trasera del local. En realidad no estaba interesado en entrar, sólo quería estudiar la estructura y la existencia de posibles pasadizos que llevasen a lugares ocultos al público.
Alex Kemp - Esto es un hervidero. Aquí va a haber muy buenas fiestas.
Sonrió mientras escuchaba a través de los conductos los efectos de una noche de resaca. Conocía muy bien a los vampiros y los resultados de sus desenfrenos. No se percató de que estaba siendo observado.
Ill Helsing vigiló el local durante toda la noche gracias a sus prismáticos. Había visto un par de cosas interesantes que anotó en su libreta.
Ill Helsing - No salen todos los que entran durante la noche, y parece que hay una entrada alternativa en el techo por donde salen algunos antes de que llegue el amanecer. Una trampa para ratones que acuden a buscar su queso y terminan aplastados.
Ill Helsing vio como Alex Kemp revisaba los conductos, pero sabía que desde su posición no podía ver lo que había en el techo. Ni cómo salió el último de ellos antes de que comenzasen a despuntar los rayos del sol.
El joven vampiro había disfrutado de una noche libre, pero tenía que volver a la mansión donde habitaba junto a su clan. Se deslizó entre las sombras hasta llegar a la periferia y pasar empujando el enorme portón de piedra que la hacía parecer una mansión abandonada. Ningún humano podía mover aquella puerta, por lo que por el momento la orden de La Rosa Negra permanecía inadvertida.
Condesa - Has llegado tarde! Casi pereces bajo el sol.
Chrisisra - P-perdón Condesa, no volverá a suceder. Hubo un incidente con la policía, y tuve que esperar para no ser visto...
Józsa M. Forgáts - Vamos, no reprendas al chaval. Ha hecho lo que debía.
J. Mejer Forgáts - Qué ha sucedido con la policía?
Chrisisra - Preguntaban por algo de drogas, aunque creo que las pistas sobre los asesinatos les han llevado a La Majini Caliente.
En una ciudad tan grande como Rehsilvanis, había desapariciones a menudo. La mayoría de los cuerpos de los asesinatos no se encontraban nunca, pero cuando lo hacían, iban a parar a la morgue para ser investigados a fondo.
Von Kalev - Compañera, hoy tenemos un caso, acaban de traerlo desde un callejón en el centro de la ciudad.
Von Kalev abrió uno de los cajones frigoríficos para mostrarle el cadáver a Ludmila. Era un chico joven, con signos claros de haber sido mordido en el cuello. Ambos se miraron para reafirmar las sospechas del otro y asentir para poner en marcha el protocolo habitual para encubrir las pruebas.
Sin embargo, antes de que pudieran hacer nada, el chico abrió los ojos y emitiendo un gruñido se levantó del cajón y de un salto salió por la ventana rompiendo el cristal.
Von Kalev - Uff, esto sí va a ser difícil de explicar.
Pues ya estamos listos para la primera ronda de votaciones
Lykos y Roxanne acumulan un voto, aunque pueden pasar a votar igualmente, digamos que es un voto extra, no es autovoto.
Y por supuesto poner la intro de sus personajes cuando lo hagan.
48 horas hasta la siguiente entrada