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Memorias de Patrick 1

Durante un tiempo, parecía que el Sr. Spencer recuperaba su salud pero, ironías del destino, ahora pasa sus horas recluido en el estudio. Hace siglos desde la última vez que le vi comer en el comedor. Me he esforzado en prepararle sus manjares favoritos, llevándoselos al estudio; por desgracia, carece de la fuerza necesaria para comer todo aquello que no sean sopas u otros líquidos.

Por más que me esfuerzo, no consigo recordar tiempos tan trágicos como los que hoy vive esta casa. Tiempo atrás, la mansión Spencer era punto de encuentro de toda la alta sociedad europea. Ahora, únicamente alberga a los servicios mínimos para atender a un hombre que vive en la reclusión más absoluta.

Mi familia ha estado al servicio de la mansión Spencer desde los tiempos de mi abuelo. Esta espiral de decadencia que vivimos hoy habría sido impensable años atrás.

Recuerdo con nostalgia los días de mi juventud; mas eso ya parece formar parte de otra vida. Fue hace 50 años, cuando mi padre era el mayordomo jefe de la mansión. En esos días, yo aún me hallaba aprendiendo los secretos del oficio para poder sucederle, y no había momento en el que no estuviera ocupado con una tarea u otra.

Recuerdo como Lord Ashford, otro aristócrata de una importante familia, y uno de los compañeros de clase del Sr. Spencer, el Dr. Marcus, buscaban refugio del calor estival en la mansión. Mi padre y yo les acompañábamos con la más servil disposición, aunque raramente requerían nuestras atenciones.

Quizás porque era el más mochuelo, a menudo se divertían tomándome el pelo. Sin embargo, la mayoría del tiempo, me trataban como uno más. Aún recuerdo el día en que Lord Ashford me permitió saborear mi primera copa de brandy. Fue en el segundo piso del comedor, detrás de las estatuas de piedra que habitaban la sala. Jamás olvidaré ese aromático olor que desprendía la botella. Pero ahora esos días solo han pasado a ser simples recuerdos.

Lord Ashford, el Dr. Marcus y, por descontado, mi padre hace tiempo que pasaron a mejor vida. Solo queda el Sr. Spencer, aunque me temo que su fin está cerca.

La muerte del Sr. Spencer escribirá el capitulo final de una ilustre estirpe, así como el del servicio que lealmente mi familia le prestó. Ahora, sólo me queda esperar lo inevitable.
Localización:
En el comedor, tras desbloquear la puerta este de la planta baja. Se encuentra sobre una mesita con una lámpara encendida, detrás de un cuadro con el retrato de Spencer.