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Chris Redfield inició su carrera militar como piloto de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Sin embargo, su intransigencia provocó conflictos con sus superiores y como no fue capaz de limar esas asperezas, Chris abandonó la Fuerza Aérea. Entonces, las fuerzas especiales de Raccoon City (los S.T.A.R.S.) le reclutaron por sus excepcionales habilidades en la lucha y su cualificación como piloto. Tras el incidente de la mansión en las afueras de Raccoon City, Chris decidió partir por su cuenta con un único objetivo en mente: detener a Umbrella y revelar al mundo la amenaza que las armas biorgánicas suponen.

Tras la disolución de Umbrella en 2003, Chris entró en la BSAA para continuar luchando. Su trabajo lo llevó a África en 2009, donde se enfrentó directamente a su antiguo jefe, Albert Wesker. Chris mató a su enemigo acérrimo durante la operación y al fin logró que todos los fantasmas de Umbrella y Raccoon City descansaran en paz.

En 2012, durante una operación en Edonia, todos los soldados de su equipo excepto Piers Nivans y él mismo fueron transformados en B.O.W.s. Durante la lucha Chris sufrió un traumatismo que le provocó amnesia y desapareció. Por ese motivo, Piers no fue capaz de dar con él hasta seis meses más tarde.